Perderse para encontrarse

by - 12:25




Hay veces en la vida en la que perdemos nuestro camino.

En los momentos "buenos" caminamos a través de valles, colinas y montañas hacia nuestro sueño. Felices, porque tenemos nuestro objetivo tan claro que cada decisión que debemos de tomar por el camino se nos hace fácil y el ánimo se eleva por cada paso y obstáculo superado. Aprendemos a disfrutar de ese camino y no tanto del conseguir o no ese sueño porque el éxito ya no es lograr nuestro sueño, sino el aprendizaje que hay en ese proceso. La satisfacción de las pequeñas batallas ganadas y lo que aprendemos de las derrotas. El estar abierta a todo lo que venga porque nuestra actitud trabaja a favor de nuestra felicidad.

Lo malo ya no es tan malo, porque sabemos que detrás de ese obstáculo inesperado, duro y difícil habrá algo bueno, siempre habrá algo bueno porque creceremos, nos haremos más fuertes, encontraremos parte de nosotras que jamás nos imaginábamos tener y que admirábamos en otras.


Pero llegan momentos de sombra, de niebla densa o tempestad donde nos sentimos desorientadas y perdidas y nos desconectamos de nuestro sueño. Buscamos, buscamos y no lo encontramos. Aparece la ansiedad de querer y no llegar…

"Cómo es posible con todo lo que trabajo no consiga resultados?" te dices. Dudas de tu objetivo, dudas de tí.

Hasta que paras, sí aunque sientes que si paras no llegas, dejas de avanzar porque estás quieta, porque piensas que para llegar hay que estar siempre andando.

Pero paras. Te sientas y dejas de buscar. Dejas a tus piernas, a tu mente quietas porque te das cuenta que estás caminando en círculos. Te encuentras agotada de tanto buscar y tanto caminar. Ya no sabes si quieres ir por ese camino, si debes abandonar porque dejas de sentir la conexión hacia tu sueño.

Así que te dices, “voy a tranquilizarme, voy a parar y voy a disfrutar de este paisaje, dejaré que la niebla se vaya y me deje ver con claridad. No puedo seguir andando en círculos”.


Y en ese tiempo de quietud, ese espacio que te has dado para reflexionar y has vaciado la mente de preocupaciones y dudas, de repente la niebla se va. Cuando pensabas que ese camino ya no era para ti comenzabas a buscar uno nuevo, el camino se despeja y vuelve a aparecer ante tus ojos, lo ves de una forma tan clara!  Vuelves a sentir la conexión, vuelves a sentir que ese es tu camino.

El perderte y el haberte desconectado te ha servido para ver otras cosas, ahora vuelves a tu camino con nuevas herramientas y recursos que hacen que vuelvas con más ganas, más ilusión y seguridad.

Has crecido y avanzado! En ese momento donde pensabas que no hacías nada, que no sentías la conexión por tu propósito crecías, sin darte cuenta crecías.

Y floreces, te sientes plena e invencible, vuelves a sentir tu fuerza, tu propósito vuelve a cobrar sentido.


Cuando sientas que das vueltas y más vueltas, aprende a parar, escúchate, deja de esperar y buscar y simplemente deja que “eso” te encuentre. Si es para tí, confía en que te encontrará.

Así ha sido un poco mis meses cuando terminé mi cosecha de almendras en noviembre. Acabé cansada, agotada de tanto sube y baja. Agobiada porque había descuidado mi trabajo creativo y no supe compaginar mi trabajo de hormiguita recolectora con mi trabajo de araña tejedora. Había abandonado mi marca creativa con todo lo que había logrado y tenía que empezar de cero. Volvía al punto de partida.

Dejé de sentir mi conexión con las fincas que recolecto, replanteándome si seguir con ellas o no. Dejé de ir, desconecté de ellas, para volver a tejer y volver a impulsar mi negocio creativo.

Pero volví, volví hace unos días a ver qué tal seguían los almendros después de casi tres meses sin verlos.

Y nos volvimos a encontrar.


Ahí estaban, preciosos, radiantes, llenos de flores y pequeñas almendras. Nuestra conexión volvió a producirse y mi corazón se enamoró nuevamente de ellos.

Perderse, parar, desconectar no es otra cosa que una oportunidad para descubrirte y verte y saber en realidad lo que quieres. Date esa oportunidad, date ese espacio, es uno de los mayores regalos que te podrás hacer.

Así que después del parón continúo con más ganas aún, tocando y abriendo puertas, feliz y confiada por lo que me tiene preparado la vída.

Si te has sentido reflejada me encantaría conocer tu historia, estaré encantada de leerte y si piensas que puede inspirar y ayudar a alguien, comparte, también me ayudarás a mí a seguir por el camino de mis sueños.

Un abrazo preciosa!

 📷 @manumachinquintero

QUIZÁS TAMBIÉN TE GUSTE

0 comentarios

NO TE PIERDAS NADA, ¡ACOMPÁÑAME EN INSTAGRAM!