'Hygge', El secreto de la felicidad

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¿Eres feliz? ¿Te consideras una persona afortunada con la vida que llevas o te invade la tristeza por motivo que no logras entender? ¿Estás convencido de que algo falla en tu existencia? Seguro que te has planteado y replanteado esto más de una vez. Y es que esto de la felicidad es una aspiración humana desde tiempos inmemoriales. Por eso hay quien dice que no existe la felicidad como tal, sino momentos felices.

Pero jamás claudicaremos en la búsqueda de esa felicidad total, somos así, optimistas y cabezonas.

No sé si lo sabes, pero hay un lugar llamado Dinamarca –hasta ahí todo en orden- que siempre encabeza las listas de los países más felices del mundo. Porque, además de la cerveza Carlsberg y la sirenita de Copenhague, tienen el ‘hygge’.



Se trata de una palabra que no se puede traducir a otros idiomas. Es genuina. Cien por cien denominación vikinga y se pronuncia ‘hu-ga’. La podríamos relacionar con el bienestar personal, con el compartir momentos con los seres queridos y con disfrutar del hogar.

Podrías decir que la sensación cuando llegas a tu casa calentita después de estar caminando por la calle pasando frío y sientes el calorsito en la nariz y los cachetes, es muy hygge. 

Cuando tocas una manta muy suave y te imaginas estar rodeada por esa textura tan rica es muy hygge también. 

Lo que sientes cuando hace un frío que pela y te haces tu tacita de chocolate y te quedas con las manos rodeando la taza para que se calienten... eso es muuuy hygge ;)



Sentirse bien y cómodo para estar feliz

Hygge es más bien una actitud o un estilo de vida, es buscar el lugar más acogedor de la casa, pasar tiempo con los seres queridos y dejar de lado las obligaciones.

Aunque parezca fácil esto del ‘hygge’, no lo es. De hecho, lo que los daneses proclaman como la actitud existencial correcta, consiste en reducir lo material, relajarse, sentirse como en casa, despojarse de las preocupaciones, crear un ambiente cálido y acogedor y, en fin, cuidarnos realmente bien.

Lugares íntimos, felicidad asegurada

Los daneses pasan casi todo el día en sus casas, en los meses de más frío sólo hay 4 horas de luz diaria, cosa que les obliga ser muy recogiditos. Por ello le dan tanta importancia a la decoración del hogar, a la comodidad de los muebles y a los espacios en las habitaciones. También prestan vital atención a las actividades que se desarrollan en casa: leer, ver una película, charlar, cocinar, jugar, aprender… y sobre todo compartir en familia.

Para la decoración emplean colores cálidos como el naranja o el rojo, compran muebles de maderas gruesas, alfombras, las texturas de los textiles son muy suaves y guardan mucho calor.

También cuidan muy especialmente la iluminación para crear esa atmósfera cálida y confortable con el uso de velas y lámparas e iluminación puntual.


Se trata de una manera de vivir y de sentirse bien y no tiene que ver con el clima, aunque de alguna manera parta de él. 


Pasar momentos en casa con la familia y los amigos, bebiendo un café, un helado o una cerveza y haciendo algo que nos gusta es realmente reconfortante. 

Como ves todo se encuentra en las pequeñas cosas, valorar gestos que son simples, pero que nos llegan al alma, comenzar a disfrutar de nuestra propia presencia, de nuestra soledad, de la escucha del silencio.

De alguna manera llevo una vida muy hygge, pero me falta una patita de la mesa, que es mi casita. Como no podrá ser menos, estará llena de esos rinconcitos cómodos y confortables donde perderse para encontrar la esencia de las cosas y disfrutarla.

Qué te ha parecido este concepto? Cuéntame algo hygge que hagas y sientas. Estaré encantada de compartir contigo esta visión de la vida.

Te mando un gran abrazo, Karina.

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